La base del carácter es la fuerza de voluntad, dice Oscar Wilde... Estás cuando cierros los ojos, cuando sueño en las estrellas, estás. En cada nota que el piano canta, En el vacío inagotable de mi tristeza descansas... Ayer te ví en mis sueños y desperte deseando un poco de tí Y queriéndote más que ayer. ¿Por qué el dolor de no saberte cerca, me hace sentirme amada? ¿Es que me acabé las bengalas de toda una vida amándote un instante? Fugáz y eterno eres. Mi corazón; el precio más doloso que pago por amarte, en la amarga nota, encuento dulzura, la misma que encuentro en tus ojos cuando reflejan las estrellas, la misma amargura que me desgarra con tu indiferencia. El no sabrte cerca, pero tampoco lejos, el saber que no puedo acercarme no por estar imposibilitada para hacerlo, si no el saberte desganoso de ello. Aún así, dos palabras tuyas, pueden hacerme perder la razón; que toda mi amargura, se convierta en un hilo dulce y delicioso que recorre toda mi piel, llenando de luz y ale
la memoria...presencia permamente que se deja querer cuando se tiene, pero que no se extraña cuando se ausenta
ResponderEliminar"Matar recuerdos, invocar al olvido; calla mi boca los nombres prohibidos"...
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